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Etruria. Orígenes

En el intento de aclarar el desconcertante enigma planteado por el pueblo etrusco, destacan tres tesis. Cada una de ellas tiene convencidos partidarios y todas se basan en distintos argumentos arqueológicos, datos lingüísticos e históricos, aparentemente sólidos y ponderados.

       La primera tesis señala que, los etruscos, no son otra cosa que un pueblo indoeuropeo. Y que llegan a Italia después de haber cruzado los Alpes. Este pueblo se instala primero en el norte de Italia, y da lugar al nacimiento de la civilización Villanovense. Luego, descendiendo por los Apeninos, acaba por instalarse entre el Arno y el Tíber en el territorio de la actual Toscana.

       Esta es la tesis nórdica, septentrional o indoeuropea, defendida por gran número de especialistas, franceses en su mayoría.

 

       La segunda tesis, reafirma que es inútil buscar fuera de Italia los orígenes del pueblo etrusco. Es la célebre teoría reconocida con el nombre de autoctonista, que se apoya en un texto del historiador griego Dioniso de Halicarnaso y que cuenta, igualmente, con fervientes defensores y sobre todo, en el bando italiano.(1)

      

       La tercera tesis sostiene que los etruscos son un pueblo asiático, procedente de Asia Menor, principalmente de Lidia. Es la llamada tesis oriental, que en la actualidad parece gozar de la adhesión y seguridad de un gran número de etruscólogos.

       Para León Homo, ilustre defensor de la tesis indoeuropea, hacia el final del Neolítico aparece el metal, oro y cobre, en Italia. O lo que es lo mismo, en el curso del III milenio a.de C.(2)

       Esta primera introducción del metal en Italia, según Leon Homo, se lleva a cabo por medio de la inmigración de un pueblo de civilización superior que dará lugar al nacimiento de la cultura etrusca. Y sitúa el origen de este pueblo invasor, en la llanura del Danubio,  foco al parecer

de las poblaciones indoeuropeas.

       Zacarias Mayani escribe:(3)

 " La aparición de los etruscos en la Italia primitiva, se debe remontar al juego de los vastos movimientos étnicos que en el III milenio antes de nuestra Era trastocaban y modelaban sin cesar el mundo occidental. Por otra parte, la civilización más antigua no es sino una civilización de carácter fluvial. Las auténticas culturas de la edad de Piedra estaban localizadas entorno a ríos caudalosos: Eufrates, Tigris, Nilo, Indo, Danubio..., que de buen grado proporcionaban vida al desierto, abriendo enormes claros en los bosques impenetrables, creando un gran depósito aluvial en sus orillas, regulando el clima, y alimentando de esa forma a hombres y animales..."

 

       Para Mayani, los orígenes más lejanos del pueblo etrusco se sitúan en la región danubiana. Sostiene que la alfarería negra danubiana será hallada en Egipto y Etruria, a causa de las vastas migraciones de las tribus situadas a orillas del Danubio.

       Mayani, que da a estas tribus el nombre de "ilirias", explicaba su emigración como resultado de la superpoblación ocasionada por sus muy prósperas y arrolladoras economías. Estas tribus, hacia el siglo XXII antes de nuestra Era, abandonan el acogedor valle danubiano y se dirigen primero hacia las Cíclades, Tróade, y sobre todo, Creta. Seis siglos más tarde, ayudados en su triunfal avance de conquistadores por el caballo y el carro de guerra, se esparcen por Bosnia, Macedonia, Croacia e Istria, hasta las orillas del Adriático. Desde aquí algunas tribus se establecen  en Grecia y en el Asia Menor. En esa zona, pasan a ocupar el territorio de Lidia, hacia el II milenio a.de C.

       Se revelan como excelentes constructores y fundan su capital en Sardes, y ciudades como Magnesia, Trailes y Tirsa. Esta última sería el origen del nombre de "etruscos", ya que todos los historiadores de la Antigüedad, llamaron a los etruscos "tirsenos" o tirrenos. De ahí el nombre posterior de mar Tirreno. Los expertos no se ponen de acuerdo en cifrar el periodo en que los etruscos se mantuvieron en Lidia. Mayani los hace llegar hasta el siglo VI a.d.C.

       O sea, que según Mayani, estuvieron doce siglos. Pero hay otros historiadores que limitan su estancia a dos...!!!

 

       De Lidia, a Egipto.

       Los etruscos de Egipto llegaron en dos oleadas sucesivas. O por lo menos así lo corroboran los estudios del egiptólogo W. Flinders Petrie.

       La primera oleada situada en el siglo XVI a.de C., y la segunda unos cuatro siglos más tarde. La primera fue pacífica, pues Egipto se hallaba abierto a las infiltraciones de los extranjeros. Los etruscos se vieron convertidos como los primeros mercenarios de la historia, siendo empleados por los faraones de la XVIII y XIX dinastías.(4)

       Restos arqueológicos apoyan estos comentarios...

       Cerca de la pirámide de Hawara se halló un espejo con su mango representando a una mujer desnuda, sosteniendo una paloma junto a sus pechos. Es un tema repetido frecuentemente en los etruscos lidios. Hay también cuchillos y cerámicas, cuyo aspecto es más etrusco que egipcio.

        En la tumba 23 de Gurob fue descubierta  la momia de An-en-Tur-sha, mayordomo de Ramsés III, hacia el 1300 a.de C. Dicha momia llevaba una gran peluca que ocultaba una cabellera rubia. La palabra "tuesha" designaba a los tirrenos. Por lo tanto, se convierte de esta forma, en la momia del etrusco más antiguo de los que conoce la historia.

       La segunda oleada etrusca se desarrolla en forma bélica, ya que una coalición de pueblos indoeuropeos asalta Egipto. Los historiadores no se ponen de acuerdo en cuanto a su origen y tampoco en su composición. Pero la historia situará los primeros ataques durante el reinado del faraón  Seti II, hacia el 1210 a.de C.

       Pero la batalla decisiva se sitúa en tiempos de Ramsés III, y la coalición es derrotada. Algunos son hechos prisioneros, pero otros logran escapar. Los dorios se dirigen a Grecia, los feros se instalan en tierras de Palestina, y los sakaros en la costa oeste de Siria.(5)

       Los etruscos penetran en Italia por el norte, después de haber cruzado los Alpes, y se instalan en la llanura del Po.

 

       Según Tito Livio:(6)

 

"Antes de la dominación romana la potencia etrusca se extiende por mar y tierra, ampliamente. Las pruebas de esta potencia son aportadas por los mismos nombres; uno de estos mares es llamado como Tascum, un término que precede al nombre común de todo el pueblo; el otro fue llamado por los italianos Adriático, de Adria, colonia de los etruscos. Los griegos llaman a estos mares Adriático y Tirreno.

  Surcando ambos mares, los etruscos colonizaron aquellas tierras, y en ellas fundaron primero doce ciudades, desde los Apeninos hasta el mar inferior. Y más tarde, levantaron más allá de los Apeninos otras tantas colonias como metrópolis originales existían, y éstas ocuparon todo el país, entre el Po y los Alpes. Indudablemente, que los pueblos alpinos tienen el mismo origen que los etruscos y sobre todo, los recios..."

 

       Para Goldmann, el etrusco es un pariente del latín, del umbro y del osco.

       Volviendo a León Homo, éste señala que los etruscos fundaron la primera fórmula unitaria de Estado que la historia ha conocido. Dentro de este vasto estado, los etruscos de la llanura del río Po van a producir la primera civilización original conocida en suelo italiano, la civilización Villanovense, conocida así por Villanova, un pueblo próximo a Bolonia. Es llamada la civilización de los "terramares", término que designa a las habitaciones construidas sobre pilotes, hallados con mucha frecuencia en la región de los lagos alpinos.

       Recientes excavaciones han logrado sacar a la luz varios monumentos funerarios de carácter indoeuropeo, así como hachas, alfileres de doble espiral, espadas con la guarnición saliente... Todos ellos objetos de apariencia nórdica. Otras excavaciones han puesto de manifiesto una cierta influencia aria, como supone la abundante presencia de cruces gamadas.

       La civilización Villanovense se convierte de esta manera, en la primera manifestación de su genio en el suelo de la península italiana, antes de su instalación definitiva en el territorio que deberá llevar su nombre, entre el Tíber y el Arno.

 

       A pesar de los numerosos argumentos a favor de esta tesis, algunos etruscólogos ilustres consideran que debe ser rebatida.

       Raymond Bloch argumenta que no explica en su totalidad el fenómeno etrusco. Comporta, a su juicio, demasiadas inverosimilitudes, en el mismo modo que demasiadas lagunas. Según Bloch, el texto de Livio ha sido mal interpretado.(7)

       El problema se ocasiona cuando los partidarios de la teoría de los "nórdicos" consideran que los recios mencionados por Tito Livio, son los Rassenna, nombre con el que se autodenominaban los toscanos. Para Bloch, los etruscos no pasaron por el norte antes de arribar a Etruria, muy al contrario, los etruscos instalados en Etruria fueron remontando hacia el norte.

       Defensor de la tesis asiática, navegantes lidios llegaron a esa región de Etruria hacia el siglo XII a.de C., indica Bloch. Especialista en las técnicas de adivinación antigua, ve en los magos y en los adivinos etruscos a los herederos de la magia adivinatoria del Asia Menor.

       Los partidarios de esta tesis asiática, mencionan a su favor el siguiente texto de Herodoto:(8)

 

" Bajo el reinado de Atys, una gran escasez de alimentos invadió a toda Lidia. Al principio, los lidios supieron aceptar, con paciencia, aquella desgracia, pero como la situación se eternizaba, cada cual rivalizó en ingenio para engañar su hambre. Fue en aquella ocasión cuando inventaron los dados, las tabas y la pelota, e infinidad de otros juegos salvo el de las damas. Un día de cada dos, se dedicaban a asegurar su subsistencia, y el otro en jugar de la mañana a la noche con el fin de engañar su hambre. Vivieron así durante dieciocho años. Mas el hambre empeoraba, y el rey dividió a los lidios en dos grupos, y los echó a suertes. Uno fue designado para permanecer en Lidia, el otro, para emigrar al mando de Tirrenos, el hijo del rey. Este último grupo descendió hacia Esmirna y construyó una flota; los lidios cargaron en sus naves todo aquello que pudieron encontrar, y se embarcaron en busca de una nueva patria. Dejaron atrás numerosos países, y pasaron por incontables orillas hasta el día que arribaron a Umbría, donde se establecieron, y aprovecharon también para cambiar de nombre y adoptar el de su jefe: Tirrenos.(9) Tal es el origen de los actuales tirrenos..."

 

       Si bien Herodoto nos da numerosos detalles sobre este pueblo de los tirrenos, no indica con claridad la fecha de su migración.

        Algunos, como Bloch, la sitúan en el siglo XII a.de C., y otros, en el siglo X.

       Jean Bérard indica que el embarque en Esmirna señala claramente que la costa egea del Asia Menor, aún no estaba ocupada por colonias griegas.

       Apoyándose en datos epigráficos y arqueológicos, suelen afirmar que aquellos tirrenos abandonaron las orillas egeas del Asia Menor, llevándose consigo una doble herencia griega y oriental.

       Para André Piganiol, "el milagro de la civilización etrusca reside en haber realizado una estrecha fusión entre los elementos griegos y los orientales. Sin duda, este encuentro ya se efectuó en suelo de Asia".(10)

       Como pruebas, encontramos en primer lugar las tumbas del pueblo etrusco. Desde comienzos del siglo VIII a.d.C., estas tumbas adquieren, bruscamente, un "sobrecogedor aspecto oriental", como por ejemplo la Tomba Campana en Veies, el Sepolcreto della Banditaccia en Caere, las tumbas de Blera y la del Guerrero en Tarquinia..., etc.

       Son monumentos funerarios de una belleza casi irreal, y todavía no igualada por las civilizaciones posteriores.

       Se pasa de las severas necrópolis, con sus recipientes de grosera arcilla hecha a mano, su vajilla arcaica, a enormes fosas y más tarde, a hipogeos practicados en la roca, y túmulos que encerraban a la vista de los hombres aquellos corredores y cámaras, que contenían almacenados oro, marfil y plata.

       La decoración de motivos lineales geométricos cede el paso, de una forma paulatina, a otra nueva cuyos elementos curvilíneos están copiados del reino vegetal, y que gusta de representar animales que viven en las soledades salvajes, o que provienen del mundo de la fábula por su carácter monstruoso (animales alados, esfinges, centauros...). De esta manera, la nueva corriente de la fantasía oriental triunfa ante viejas ideas.

 

       Según escribe el arqueólogo alemán F. Scharchermeyer:(11)

 

"Tanto para los etruscos como para los habitantes de Asia Menor, la tumba constituye la casa del difunto. De ahí la riqueza, la variedad del ajuar funerario que podemos admirar. Lo mismo en Etruria que en Lidia, en Caria o en Frigia.

  Tumbas en forma de túmulo, con arquitectura interior: Caria, Vetulonia, Lidia-Populonia, Caere, Vulci.

  Ornamento escultórico en la cima del túmulo: Caria, Lidia, Vetulonia, Vulci.

  Cámaras redondas-cúpulas en saledizo: Caria, Ponto-Populonia, Vetulonia.

  Tumbas de dromos: Caria, Ponto-Corneto, Caere.

  Imitación de vigas en piedra: Lidia, Caria, Caere, Vulci.

  Fosas cavadas con fachada: Asia Menor-Etruria.

  Ricos presentes funerarios: Frigia-Vetulonia.

  Escudos de bronce en el interior: Armenia-Caere"

 

       Fue también en Assur y en Babilonia donde los adivinos etruscos aprendieron la ciencia de los relámpagos.

       También la teología es oriental. El mundo de los dioses ofrece la misma estructura en Etruria y Caldea. El dios Charun de los etruscos, el siempre representado bajo las formas más espantosas, evoca la monstruosa figura caldea de Labartu.

       La adivinación etrusca es también de influencia caldea.

       La Hepastocopia, (adivinación por el estudio del hígado), de origen asiático, era practicada por los etruscos. El famoso hígado de bronce hallado en Piacenza, en el cual están grabados los nombres de los dioses etruscos, es similar, en todos los aspectos, a los encontrados en Mari, en Mesopotamia y en Boghaz Keuy.

       Sin ningún género de dudas, los adivinos etruscos son los herederos directos de los de Babel y Assur. Fueron los transmisores de la ciencia milenaria de los sabios caldeos.(12)

       Si se estudia la adivinación a través de la observación de los estampidos del trueno, surge un hecho sorprendente.

       Lydus, en su tratado De Ostentis, ha reproducido un "brontoscópico" calendario que proviene de una traducción latina, realizada por Nigidius Figulus de un original etrusco.(13)

       El calendario arroja los siguientes resultados:

       Los truenos del día 13 de junio anuncian la muerte de un poderoso; el día 20 del mismo mes preconizan trastornos civiles; si truenan el 13 de mayo se avisa el desbordamiento de los ríos; si ocurre el 15 de diciembre, muchos partirán para la guerra y pocos regresarán; pero los truenos del 9 de enero indican que el rey de Oriente correrá grave peligro; si truena el 19 de agosto se anuncian crímenes de esclavos, y el 7 de septiembre avisa que las mujeres ejercerán en el Estado más poder del que conviene...

       Se proporciona una lista completa para todos los días del año y que aquí comienza el primero de junio. Y en el que todos los meses se componen de treinta días. Todos los calendarios babilónicos se atienen exactamente a esta regla, como lo demuestran los documentos de la famosa biblioteca de Asurbanipal.

 

       Idénticas son las hemerologías y las menología de Assur. En ellas, el año cuenta igualmente con doce meses. No sería disparatado suponer que el texto etrusco sea a su vez traducción de un original caldeo.

 

       En la compilación bizantina, llamada el Suidas, se dice que los magos etruscos, de nombres desconocidos, han redactado una especie de historia del mundo. Según estos magos, el Creador ha fijado doce milenios para la duración del Universo. ..

       Durante el primero ha creado el cielo y la tierra.

       En el transcurso del segundo, el firmamento.

       El mar y el agua, en el tercero.

       En el cuarto milenio, el sol, la luna y las estrellas.

       El quinto milenio vio a las aves, los reptiles y los cuadrúpedos.

       Y finalmente, en el sexto milenio, ha creado al Hombre.

       Los seis milenios que quedan, son dedicados por el Creador a la existencia del género humano.

 

       Esta teoría de los doce milenios deriva del gran año caldeo, que se dividía en doce años o Dodecaeteris.

       Estos doce milenios se encuentran también en un texto pahlevi de la época sasánida, el Bundahish.

       Se puede leer el siguiente texto:

 

"Desde la creación inicial, hasta el fin, cuando ese espíritu del mal haya sido reducido a la impotencia, habrá un espacio de doce mil años en el que el tiempo será limitado. Luego, este tiempo limitado se fundirá en lo ilimitado..."

 

       Pero tampoco la tesis asiática cuenta con el beneplácito y anuencia general. Los etruscólogos italianos, y en particular Massimo Pallotino, su máximo representante, sostienen que los etruscos se deben considerar, en realidad, como indígenas que habitaban en la región de Etruria desde los tiempos inmemoriales.

       Todas las pruebas orientales, afirma Pallotino, simplemente vienen a significar que corrientes comerciales muy numerosas en el Mediterráneo, han unido desde siempre a los etruscos y a los pueblos de Asia Menor.(14)

        Y se apoyan en este texto de Dionisio de Halicarnaso:

"El sentimiento de aquellos que hacen de los tirrenos oriundos de Italia, me parece más razonable y más verosímil, puesto que poseen un pueblo de cierto antiquísimo, y su lenguaje y sus costumbres no tienen nada en común con las de otros pueblos..."

 

       Pallottino escribe:

 "La base metodológica de la discusión debe ser considerar la noción de etruscos, como perfectamente definida, limitada, ligada a una realidad histórica controlable, la de la nación que ha florecido en Etruria entre los siglos VIII y I a.d.C.

  En posesión de una lengua y de unas costumbres propias. Diferentes elementos étnicos, lingüísticos, políticos y culturales, se unen a la formación de tal realidad histórica...

  Los hechos a menudo han sido desvirtuados para ser esgrimidos como argumentos, en uno u otro sentido de las tesis nórdica y orientalista..."

      Para él, la discusión sobre los orígenes sólo atañe a los balbuceos y comienzos de la civilización etrusca, no a su esencia o desarrollo. Los contactos  intelectuales y artísticos desempeñaron un papel esencial, y se producen por medio de los intercambios marítimos, al abrigo de contactos directos, de establecimientos de colonias de comerciantes en territorio de Etruria.

       Está argumentación, empero, no satisface a los defensores de otras tesis.

       El origen de los etruscos, como si de una esfinge se tratase, aún sigue desafiando a unos y a otros...

Notas

1 - Dionisio de Halicarnaso vivió alrededor del año 30 a.de C. Famoso por su obra "Arqueología Romana".

 

 2 - L. Homo."L'Italie primitive et les débuts de l'imperialisme romaine".

Albin Michel. Paris 1953

 

 3 - Zacarías Mayani. "La fin du mystère étrusque". Maloine. Paris 1970.

 

 4 - El historiador Jacques Pirenne,  señala la inmigración de etruscos de

Egipto a Italia. Igualmente, menciona a 742 etruscos muertos en una dura y

cruenta batalla con el ejército de Ramsés.

 

 5 - Los dorios son un pueblo originario de Grecia, que fundaron colonias en diversas partes de Europa. Su cénit se sitúa ochenta años después de la toma de Troya. Irrumpieron por el norte de Grecia hacia el año 1200 a.de C. y terminaron en el Peloponeso con la civilización micénica.

 

 6 - Tito Livio nació el año 59 a.de C, en Padua, y falleció en el año 17 de nuestra Era. Su obra "Ab Urbe", 142 libros, (de los cuales se conservan completos 35) refunde toda la analística anterior, en un grandioso cuadro de la historia de Roma, desde sus remotos orígenes hasta el año 9 después de Cristo. Todo ello trazado con gran fervor y calor patriótico.

 

 7 - Raymond Bloch. "Les Etrusques". Presses Universitaries de France. París 1974.

 

 8 - Considerado como el padre de la historia, Herodoto fue un viajero incansable, que une la historia con las leyendas. Vivió hacia los años 484 al 420 a.de C. El texto que se incluye corresponde a la obra "Découverte du monde antique", traducción de Jacques Lacarrière.

 

 9 - Se entiende a los Tirrenos como los antiguos habitantes de la región de la Toscana, también llamados etruscos.

 

10 -  André Piganiol. "Les Etrusques, peuple d'Orient". Cahiers d'histoire mondiale. 1953

 

11 - Informes de la Académie des Inscriptions et Belles-Lettres. 1961

 

12 - La magia era la verdadera religión de los persas, y los Magos eran sus ministros. Los Magos no querían templos ni altares, pensando que éstos disminuían la majestad de Dios. Creían en una especie de metempsicosis astronómica, diferente a la de Pitágoras. Se imaginaban que las almas, después de la muerte, estaban obligadas a penetrar por siete puertas, y de esto pasaban muchos millones de años antes de llegar al sol, mansión de los bienaventurados, cielo empíreo. Cada puerta era de un metal diferente, y estaba situada cada una en un planeta. La primera en Saturno. La última, la séptima, en Venus. Los magos reconocían un ser supremo, el fuego. Y el fundador de está religión fue Zoroastro. Estos ministros de la religión tenían el cabello largo, y llevaban un gran gorro en forma de cono que les bajaba hasta la espalda. Practicaban gran cantidad de artes adivinatorias.

 

13 - Publius Nigidus Figulus, sabio romano. Vivió entre los años 99 y 45 a.d.C. Amigo de Cicerón. Pretor en el año 58, combatió al lado de Pompeyo, siendo desterrado por César. Murió exiliado. Figulus revivió las doctrinas del Pitagorismo. Algunos autores clásicos citan sus dotes de vidente. Fue el primer gran erudito que practicó la astrología.

 

14 - Massimo Pallottino. "La Civilizatión etrusque". Payot. 1949

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