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Etruria. La Historia

"Al contrario de numerosos pueblos, que conocen periodos de letargo seguidos de bruscos  despertares,  y supieron mantenerse a través de las  vicisitudes y de la evolución del mundo, la historia etrusca se desarrolla en un círculo cerrado, según un esquema regulado y simple como una tragedia clásica."

                                                    Alain Hus.

                                          Los etruscos, pueblo secreto.

 

       Si nos olvidamos de la controversia que hemos visto anteriormente, podríamos señalar la presencia "cierta" de los etruscos, en Italia, hacia finales del siglo X a.de C.

       Construyen pequeñas ciudades, las primeras en esa península. La civilización fluye de brillantez en Egipto, Creta, Grecia o Mesopotamia... pero Italia se halla todavía en la Prehistoria.

       Los conocimientos y medios de los que hacen gala los etruscos, les permiten afirmarse como dueños de su entorno. Establecidos al principio en Tarquinia, la más antigua de las ciudades etruscas, junto al mar Tirreno, exploran la zona costera y fundan Veies, Caere, Vetulonia, Vulci.

       Más tarde se dirigen hacia la paradisíaca cuenca del Tíber, donde se instalan en Volsinia, Chiusi, Perusa, Cortona. Y Arezzo, a orillas del Arno.

       En el siglo VIII a.d.C., queda delimitado el dominio etrusco, que abraza desde el Arno al Tíber. Las chozas y cabañas desaparecen, siendo reemplazadas por centros urbanos, con viviendas nuevas, bien alineadas.

       Ingenieros notables, hábiles constructores y geniales hidráulicos, roturan el bosque en los contrafuertes de los Apeninos, e igualmente se dedican a desecar los pantanos, regulan los cursos de agua, y drenan las llanuras.

       La agricultura, el comercio y la industria conocen un prodigioso auge. Los minerales, hierro y cobre, abundan en Etruria y se exportan a Grecia. Pero también, han instalado en Populonia fundiciones de relativa importancia.

       Los artesanos fabrican terracotas, lámparas, trípodes, joyas o ámbar. Los cereales son también exportados al país vecino.

       Etruria recibe de Grecia objetos como vasos, frascos, marfiles, cofrecillos, alhajas, ricos tejidos, perfumes, materias preciosas...

       Cada ciudad etrusca está regida por un príncipe o Lucumon. El país se organiza en una federación de doce ciudades. Fundada sobre unas bases económicas sólidas y sobre un aparato político, a la misma vez lo bastante fuerte para mantener la unidad y su libertad de acción, Etruria surge como una potencia dominadora.

 

        No nos han llegado noticias de su desarrollo político.

       Los etruscos, en esplendoroso auge, parten a la conquista de otros territorios y de nuevos cauces comerciales. Los asentamientos y colonias griegas son los primeros objetivos propuestos.

       Durante los siglos VII al V a.de C., se lleva a cabo esta expansión, pero cada ciudad etrusca actúa por su cuenta, y nunca en una acción de forma concertada. Las primeras escaramuzas no son favorables a las tropas de Etruria. A finales del siglo VI, la derrota etrusca frente a la colonia griega de Cumas, pondrá fin al afán expansionista de los etruscos en la Italia meridional. Pero en este intento de expansión, los etruscos dominan las antiguas tribus del Lacio.

 

       En el año 560 a.de C., los griegos de Jonia acaban de fundar una nueva colonia en Córcega, Alalia. Etruria queda así encerrada por un gran círculo de colonias griegas. Para salvar su salida al mar Tirreno, les es indispensable romper este cerco, y para ello los etruscos se alían con las fuerzas de Cartago.

       En el año 540, la alianza vence a los griegos en Alalia. Sicilia y España corresponden a Cartago, en tanto Etruria establece su dominio sobre el Lacio y Campania. A finales del siglo VI, los etruscos se desparraman por la llanura del Po a través de los Apeninos toscanos. Luego de haber sometido a las poblaciones indígenas, los umbros, ganan las costas del mar Adriático, hasta Pesaro. Edifican allí ciudades como Piacenza, Cremona, Verona, Melpum, Parma, Módena, Bolonia, Rávena...

       Las ciudades de la llanura del Po forman su propia dodecarquía, o federación de doce ciudades. La dominación etrusca alrededor del año 480, se extiende a gran parte de la Italia moderna, a excepción de algunas provincias, el Piamonte, Liguria, Calabria, y de las restantes colonias griegas.

 

       La presencia etrusca en el Lacio marca el encuentro de las dos grandes civilizaciones de la Italia antigua, Etruria y Roma. La primera estaba en plena gloria, la segunda se hallaba en sus primeros pasos.

       La gloria abrazará a Roma, el olvido espera a Etruria...

      Habrá que señalar con fuerza que la Roma primitiva fue una Roma etrusca. El historiador León Homo señala:

"Hacia mediados del siglo VII a.de C., en el momento en que la expansión etrusca va a comenzar, la civilización latina en el suelo romano, pese a ciertos progresos registrados, todavía es somera y rudimentaria.

  Las míseras aldeas romanas, perdidas a orillas del Tíber, hundidas en sus pantanos, sólo experimentan, en muy débil medida, las influencias del exterior. Las corrientes comerciales se desvían de ellas y, a dos pasos de ciudades de la Etruria meridional tan evolucionadas como Tarquinia, Veies y Caere, los habitantes del Palatino, del Esquilino y del Quirinal, siguen siendo primitivos y bárbaros".

 

       En el año 616 a.de C., Tarquino el Antiguo, de Etruria, es rey.

       Rey de Roma.

       Su reinado durará hasta el año 578, inaugurando la época de la realeza etrusca en Roma, que finalizará con la revolución republicana en el año 509. Este periodo explicado "oficialmente" por los historiadores romanos difiere de la historia etrusca. Nos ceñiremos a esta última...

 

       En el año 578 a.de C., el ejército de Vulci, ciudad de la Etruria meridional, bajo el mando de Caile Vibenna y secundado por su hermano Aule, y su lugarteniente Mastarna, lanzan el ataque contra Roma.

       Caile Vibenna consigue forzar las puertas de la ciudad, pero es asesinado en circunstancias misteriosas. Mastarna le sucede.

       Según unos frescos etruscos descubiertos en la Tumba François, Tarquino el Antiguo es asesinado por el ejército de Vulci, intentando esta ciudad rivalizar con sus hermanas vecinas, Tarquinia y Caere. El sucesor de Tarquino el Antiguo en el reinado de Roma, Servio Tulio, es el nombre romano del etrusco Mastarna.

       Su reinado dura cuarenta y cuatro años, siendo considerado como el mejor rey y el mejor organizador de la antigua Roma, y es aceptado como el segundo fundador de la ciudad, después de Rómulo. Fue el instaurador del famoso censo "romano".

       Para defenderse de una más que posible venganza y complot de los dos hijos de Tarquino el Antiguo, les casa con dos hijas suyas. Pero una de ellas, Tullia, anhelante de ser proclamada reina y ayudándose en la ambición de su esposo, incita a éste para que asesine a Servio.

       Unos mercenarios acabarán con la vida del rey Servio Tulio. Según la leyenda, su cadáver, abandonado por los asesinos, yace en el camino hacia palacio cuando Tullia pasa por allí. Al descubrir el cuerpo, quiere el conductor detener los caballos, pero Tullia le ordena continuar. Las ruedas despedazarán el cadáver. Tullia entra en su casa salpicada en la sangre de su padre.

       Lucio Tarquino se proclama rey de Roma. Por su actitud altanera y arrogante, pronto recibe el sobrenombre de Tarquino el Soberbio. Será un reinado de terror y tiranía... Según los historiadores romanos, claro.

       Para los etruscos sólo aplicaba la ley del vencedor, la ley del conquistador extranjero. Lo innegable es que Tarquino elabora un vasto plan de explotación de Roma y las regiones del Lacio ya conquistadas. En su plan de urbanización de Roma, termina la construcción del templo de

Júpiter, en el Capitolio. Le siguen el circo y las alcantarillas de la ciudad.

 

      En el año 524 a.de C., los etruscos intentan tomar la griega colonia de Cumas, con el fin de consolidar su posición en la Campania. Bajo el mando de Aristodemes, los griegos rechazan a los sitiadores.

       Los etruscos sufren una grave derrota. El planteamiento de los griegos consiste en su aislamiento del sur de la madre patria, logrando la posesión de los territorios que Etruria posee en el Lacio, e incluso la misma Roma. Para ello, en su lucha contra los etruscos se aliarán con las tribus latinas.

 

       En el año 509, en el curso de una guerra contra los rútulos, en la ciudad de Ardea, donde Tarquino ha instalado su campamento, el rey conoce la noticia de que acaban de estallar disturbios en Roma.

       Tarquino galopa hacia la ciudad con una reducida escolta, pero se encuentra cerrada sus puertas. Un emisario romano le comunica que ha sido condenado al destierro. Al mismo tiempo, los patricios de Roma se han decidido a tomar en su mano las riendas del Estado, con el fin de abolir la tiranía.

       El pueblo, y una parte del ejército, se han sublevado...

       Mientras Tarquino emprende la huida hacia el norte para conseguir refugiarse en Caere, su ciudad de origen, el Senado romano, en presencia del pueblo allí congregado, clava una pica dolorosa en la cabeza de la hasta entonces poderosa y dominante Etruria.

       Los Tarquinos han sido destituidos. El Senado proclama la República  de Roma.

       La expulsión de los Tarquinos de su reino, en el año 509 a.de C., se consuma para los etruscos, y se produce con ello la pérdida de una ciudad clave del Imperio.

       Comienza el fin de la Etruria omnipotente...

       Las lucumonías de Etruria no pueden aceptar un desastre importante como aquel sin reaccionar. Por tanto, Porsenna y el rey de Chiusi van a desencadenar una contraofensiva contra Roma. Tras varios meses de asedio, la batalla decisiva tiene lugar en Aricia, veinte kilómetros al sur del Tíber. Lucharán frente a los romanos, frente a los pueblos latinos, y frente a los griegos de Cumas. La coalición será demasiado fuerte para los etruscos.

 

       Tito Livio lo explica:

"La violencia del primer ataque de los etruscos basta para desconcertar a los aricios. No obstante, las cohortes de Cumas oponen la habilidad a la fuerza. Se alejaron un poco y dejaron pasar al enemigo. Luego, atacarían por la retaguardia. Los etruscos, que ya se consideraban como vencedores, acabarán viéndose rodeados, siendo exterminados, a excepción de un reducido número que, sin jefe, y no encontrando un refugio más cercano, se dirigieron a Roma, sin armas, suplicando clemencia a sus enemigos. Fueron acogidos bondadosamente y alojados en casa de los habitantes de la ciudad. Una vez curadas sus heridas, algunos regresaron a su patria y dieron a conocer la generosa hospitalidad que se les había brindado. Otros, se quedaron en Roma..."

 

       Con esta derrota, en el año 506 a.de C., la situación del otrora poderoso imperio etrusco, es muy crítica. La guerra de fronteras entre la Etruria y la surgente Roma durará cien años.

       La lucumonía de Veies es la más potente entre las ciudades que han sobrevivido en los dominios etruscos. En el año 474, dicha ciudad logra una victoria parcial sobre los romanos, pero es derrotada gravemente por los griegos de Cumas. La marina etrusca es aplastada, por siempre jamás.

       Para empeorar la situación, Etruria debe hacer frente al empuje de las poblaciones samnitas de los Apeninos. Son demasiados frentes bélicos.

       Etruria encadena derrota tras derrota...

       En el año 423, los samnitas son lo bastante numerosos y fuertes para apoderarse de la capital etrusca de la Campania. La caída de Capua va a señalar el fin de la presencia de los etruscos en esa región, y también la pérdida del territorio más hermoso de su imperio.

       En el año 396, Veies, la gloriosa ciudad etrusca, es arrasada de forma sistemática por los romanos, y todos sus habitantes, asesinados.

       Nepi y Sutri, de la Etruria meridional, caerán en manos de Roma. Y al mismo tiempo que caía Veies, Melpum, al extremo norte de ese maltrecho imperio etrusco, sucumbe, exánime, bajo las hordas célticas de los galos.

       En treinta años, estos galos, "conquistadores de larga cabellera, de piel lechosa, y que lanzaban gritos salvajes", logran conquistar a toda la Etruria septentrional, que pasa a convertirse en la Galia cisalpina.

       Los galos continúan su marcha hacia el sur, con el fin de conseguir saquear las ricas ciudades de Italia central. En el año 391, treinta mil galos se apiñan bajo las murallas de la ciudad etrusca de Chiusi. Al no poder tomar la ciudad fortificada, prosiguen su camino hacia Roma.

       El pánico se apodera de los romanos, a la vista de estos bárbaros de raza desconocida. La mayor parte de la ciudad cae en manos galas, que la pasan a sangre y fuego. Sólo un grupo de soldados logra atrincherarse en el Capitolio. El asedio se prolonga durante varios y terribles meses.

       Una noche, los galos tratarán de apoderarse de la ciudadela. Los centinelas romanos duermen, pero los gansos consagrados a Juno, respetados pese al hambre, como nos dice Tito Livio, dan la señal de alarma..., Roma se ha salvado.(15)

       Agotados por el asedio, los dos enemigos deciden negociar. Roma va a comprar su libertad por mil libras de oro.

 

       La ciudad está devastada. La etrusca Tarquinia forma una coalición con todos los pueblos vecinos de Roma. Pero Etruria es incapaz de unirse y Caere se alía con aquella. En el año 382 la intentona de Tarquina fracasa.

       En el año 351, ahora sí, aliada con Caere y la tribu itálica de los faliscos, Tarquinia lo vuelve a intentar. Nuevo fracaso.

       Caere se transforma en ciudad romana.

       En el año 321, una liga entre los samnitas, etruscos, umbros y los galos, intenta un desesperado esfuerzo por no caer sometidos a la Roma de la prepotencia. La guerra durará treinta y dos años.

       En el 310, Etruria ataca la ciudad de Sutri. La plaza se resistirá,

mientras el general romano Rullianus intenta una audaz maniobra. Al frente de su ejército, penetra en el bosque, en los montes Ciminios, desembocando en el corazón de Etruria.

       Los etruscos son diezmados en Perusa.

       En el año 308 a.de C., la Etruria central es sometida a los soldados del nuevo imperio.

       En el año 280 a.de C., Roma es la gran vencedora.

       Volsinia se convierte en uno de los últimos reductos de la antes gloriosa Etruria.

       La caída definitiva de los etruscos se torna inminente.

       Corre el año 265 a.de. C.

       Todos los habitantes de Volsinia, tras unas revueltas populares, son deportados. El saqueo de la ciudad proporcionará a los invasores dos mil imponentes estatuas, y un número considerable de obras de gran valor.

 

       "Olvidada" de los historiadores romanos, la civilización etrusca se hundirá en el polvo de la ignorancia.

       Lamentable ignorancia. El mundo perderá la memoria de Etruria.

       Pero la sombra etrusca flotará sutilmente sobre las civilizaciones posteriores.

Nota

15 - Juno tenía fama de diosa vengativa y cruel con aquellos que osaban despreciarla. Por ello, su culto era objeto de temores y de un profundo respeto. Así se explica que nadie se hubiera atrevido a matar los gansos ofrecidos a su culto, pese a que el hambre se extendía por toda Roma.

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Los Orígenes

La Religión Etrusca

Etruria y España

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